Nuestra Gente
La señora Olga Montre viene de Perquenco a trabajar a Temuco. Es vendedora de humitas hace 15 años. Tras varios traslados, hoy vende su producto en la intersección de Montt con Bulnes, luego de haber trabajado en las afueras del Mercado, o en la esquina de Montt con Prat. Su jornada de trabajo es bastante dura y extenuante: llega pasadas las 10 de la mañana y se va a las 8 de la noche, de lunes a domingo.
Como se trata de un producto estacional, durante el año Olga lucha para mantenerse, trabajando de empleada doméstica, donde no gana más de 50 mil pesos mensuales. Gracias a beneficios municipales, la Asignación Familiar y el programa Puente tiene lo necesario para el estudio de sus hijos y los gastos de la casa.
"La municipalidad me ayudaba con el pasaje de mis hijos, porque con las humitas y mi trabajo durante el año no da. Tengo tres hijos, uno que se independizó, otro que estudia y trabaja, y otro que está en cuarto medio. A todos los he criado con estos trabajos", cuenta, orgullosa. "Yo soy mamá y papá", nos confía.
Las humitas son como un "salvataje" para los gastos de una casa sureña, como la leña o el pan. Doña Olga estima que con su canasto debe hacer "por lo menos unos 300 mil pesos mensuales". "Me comeré unos 100, el resto trato de guardarlo", expresa. "Hay que pagar la luz, el agua, hay que juntar dinero para comprar ropa o zapatos".
Sin embargo, el trabajo es esforzado. "Todos los días me acuesto bien tarde. Llego en la noche a la casa y tengo que dejar preparado para el día siguiente", afirma.
Durante el verano, Olga vive en una pieza que le arrienda a su madre. "Es difícil separarse de los hijos por un tiempo" dice, pero "todo sea por el trabajo, hay que hacer sacrificios".
Usted puede comprar sus humitas a 800 pesos cada una.
Fuente: Diario Austral Temuco Lunes 22 de Febrero de 2010
